Tragando Munición

 "Ahora voy a reformarme y dejar esto atrás, ir por el buen camino y elegir la vida. Estoy deseándolo, voy a ser igual que vosotros. El trabajo, la familia, el televisor grande que te cagas, la lavadora, el coche, el equipo de compact disc y el abrelatas electrico, buena salud, colesterol bajo, seguro dental, hipoteca, piso piloto, ropa deportiva, traje de marca, bricolage, tele-concursos, comida basura, niños, paseos por el parque, jornada de nueve a cinco, jugar bien al golf, lavar el coche, jerseys elegantes, navidades en familia, planes de pensiones, desgrabación fiscal... Ir tirando, mirando hacia delante, hasta el día en que la palmes."

Atrás quedó el duelo. Los guantes ya no sirven para lo que servían. Ya no abofetéan caras, ahora aburguesan nuestras manos. Atrás quedaron las vainas y las bandoleras. Espadas y revólveres. No hay lugar para el desafío en el día a día. La vida consiste en luchar contra uno mismo, contra lo que uno es. La vida consiste en no pensar en que consiste la vida. La vida consiste en esterilizar los sentimientos. En hacer versiones sintéticas de uno mismo. Nos aturde el aire que respiramos. Andamos con la cabeza baja, nuestros hombros dibujan perfectos arcos góticos y nuestros párpados luchan contra una fuerza gravitatória superior.
Te invito a sentirte Dios. Es sencillo, sólo siéntate. Sal a la calle y siéntate en un banco. Siéntate y observa. Es difícil poner los píes en el suelo cuando el suelo está escondido tras la capa que pisamos. Resbalamos sobre el asfalto como si fuera una gruesa capa de hielo que nos separar del agua. Es difícil flotar en la nubes cuando la sangre de éstas mancha de un rojo sucio el cielo azul. Es dificil desconectar cuando vivimos conectados a una realidad que nos aturde. Siendo Dios sentirás que el limbo es de hormigón. Sentirás que has hecho las montañas y los caminos. Que has plantado los árboles. Que has impuesto tu voluntad y has visto como alguien dice tus palabras y ejecuta tus actos. Verás que ser Dios no es tarea fácil. Entenderás por que la gente no desconecta. Entenderás que andar aturdido es más sencillo que hacerse preguntas. Entenderás que el sentido de la vida es un "sinsentido". Entenderás porque el pistolero carga su revólver con válium. Entenderás porque cada día hay más personas que sienten como un cañón de pistola les presiona la garganta y viven ansiosos por apretar el gatillo.
Entenderás que vivimos aturdidos.